Vistas de página en total

martes, 13 de diciembre de 2011

PUDIENDO Y NO

Las absurdas concesiones a los niñatos aneuronales que se vienen realizando últimamente en las películas acaba sistemáticamente con mi paciencia. No quiero citar a nadie para no herir sensibilidades pero me refiero a las películas que tienen todo para ser geniales y acaban siendo el bodrio más grande jamás filmado. Empecemos por los créditos ¿Para qué te sirve hacer unos créditos iniciales espectaculares si los vas a poner al final? Para dos cosas, que nadie los vea porque los empleados del cine aparecen con sus escobas y te echan y para que el formato resulte absurdo al tener al estructura PELÍCULA-CRÉDITOS INICIALES-CRÉDITOS FINALES. Esto es especialmente doloroso si cometes la estupidez de poner una escena final tras los créditos que ya nadie veía, pues imagínate si en vez de ver unos créditos tienes que ver dos seguidos. Pero claro a los niñatos no les gusta leer, que hay que aprender y eso cansa , por eso el resto tenemos que ver la película sin anestesia, sin unos créditos que te vayan poniendo en situación y te informen de quién ha trabajado o qué actores van a salir en la película. Otra genialidad: contratar como protagonista a un pazguato sin dotes interpretativas que a los doce años interpreta a un hombre fornido de vuelta de todo. Para dar empaque al conjunto lo pones al lado de un monstruo de la interpretación para que haga de secundario y ponga de manifiesto su falta de talento.  ¿No sería mejor poner al monstruo de la interpretación de protagonista y al pazguato de secundario para que vaya cogiendo tablas? No, porque ser buen actor lleva mucho trabajo y tiempo, sobre todo tiempo, y claro el niñato tiene catorce o quince años y una edad mental de cinco, y tiene que sentirse identificado con el protagonista que ha de ser un atontado como él. Del guión mejor no hablamos, porque da igual si lo escribe el primo tonto del portero o un ornagután, de hecho creo que en algunas ocasiones la opción del orangután sería  al menos más original. Eso si, si puede estar drogado o borracho o ambas cosas mucho mejor, porque la verdad es que hay cada historia que da susto al miedo y no precisamente porque la película sea de terror. Las protagonistas femeninas son lo peor. No se puede ser más tonta y más absurda. Siempre van divinas de la muerte aunque salgan de un bombardeo y si el pazguato tiene doce años ella tiene siete y dos hijos de veinte. Si la película es histórica les da el feminismo rancio y mal entendido y caen en el anacronismo salvaje. Y si la película está protagonizada sólo por mujeres es un coñazo infumable porque todas han de ser irremediablente desgraciadas y odiar a los hombres que son todos iguales y unos cerdos. Por último aclarar que a las películas de acción se les llama así porque pasan cosas, no como en algunas que se acaban y tú estás esperando a que empiecen. En fin sólo matizar que cuando hablo de niñatos no me refiero sólo a la edad, porque puedes ser una persona estupenda con trece años y un niñato con cincuenta. Me refiero a la actitud mental aborregada y de encefalograma plano que tanto abunda hoy en día. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario